2020-II CÁTEDRA LUIS ANTONIO RESTREPO ARANGO

En esta ocasión nos ocuparemos del género entendido como una dimensión que organiza las relaciones sociales y proporciona un determinado orden a la sociedad a través de un conjunto de instituciones y dispositivos sociales, culturales y simbólicos. El género hace referencia a la forma en que las sociedades interpretan los cuerpos humanos sexuados y hacen inteligible la diferencia sexual, la sexualidad y la reproducción, asignándole sentido a todo ello y produciendo, en consecuencia, una división sexual del trabajo y un orden de sexualidad normativos. Las ideas, los estereotipos y los dispositivos simbólicos de Género no sólo constituyen un orden social externo a los individuos, sino que operan, de una manera fundamental, en la formación de la identidad subjetiva: todas las personas nos constituimos a través de un orden social y simbólico de género, aunque en pocas ocasiones seamos conscientes de este proceso y de lo que ello implica en términos de relaciones de poder jerárquicas y poco igualitarias.

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Aprendemos e interiorizamos -o nos constituimos en– un orden simbólico de género a través de conjuntos de representaciones y prácticas culturales que circulan profusamente y con las que estamos en contacto de forma cotidiana. Estas representaciones de género se producen en el campo de diversas expresiones estéticas, desde las artes canónicas como la pintura, el teatro y la literatura, hasta las formas híbridas del audiovisual, las instalaciones, el performance o los social media.

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Las expresiones artísticas han servido en muchas ocasiones para legitimar los órdenes de género desiguales y jerárquicos de la tradición occidental, fundados en la dominación masculina, el binarismo y la heteronormatividad. En tal sentido, han privilegiado los puntos de vista androcéntricos, han reproducido las relaciones de poder que distribuían los roles de musa (mujer) y genio creador (hombre) y han determinado los sujetos y asuntos que podían ser o no ser representados, los creadores que debían obtener reconocimiento y los que no, los cuerpos que debían ser considerados canónicos y los abyectos, los deseos sexuales aceptables y los silenciados.

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Sin embargo, el campo de la creatividad artística también ha jugado un rol fundamental en el cambio socio cultural, al dar cabida a miradas disidentes y críticas con el orden de género hegemónico. A veces, esta perspectiva crítica ha conducido a una peculiar combinación de arte y activismo feminista, LGBTI y queer (o cuir), que ha ofrecido nuevos lenguajes para relatar lo que en otros ámbitos no era posible expresar, llegando a un público mucho más amplio que el que podría estar interesado en discusiones académicas o de las políticas públicas.

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En este curso se tratarán, desde distintos puntos de vista, los procesos de producción y circulación de representaciones sobre el género en las expresiones artísticas, entendidas como un campo fundamental en la disputa por la hegemonía o, al menos, por la producción de representaciones legítimas. El objetivo es que los estudiantes y el público interesado puedan ampliar su perspectiva reconociendo distintas miradas que incluirán desde los aspectos teóricos acerca de la relación entre las mujeres, el cuerpo, la sexualidad y el género en las artes, hasta conversaciones entre artistas acerca de sus experiencias del arte como elemento transformador.